Los referentes sociales que se transmiten culturalmente a todo el colectivo de madres contemplan unas circunstancias basadas en el privilegio, que excluyen a la mayoría de las madres.
Estos modelos de referencia presuponen biparentalidad, corresponsabilidad, red de apoyo familiar y comunitario, posibilidades de conciliación que, en la mayor parte de los casos, no existen.
Por tanto estamos aspirando a un ideal inalcanzable de “buena madre” que nos lleva a la culpa, la frustración y la sensación permanente de fracaso, perjudicando mucho nuestra salud emocional.
Te invito a ver un vídeo donde explico más de esto.
Mónica Serrano
Psicóloga Humanista