¿ Por qué nos autoabandonarnos en la maternidad?
En muchos casos, la maternidad nos exacerba el autoabandono.
Olvidamos o dejamos aparte nuestros gustos, nuestro ocio, nuestra higiene, nuestros seguimientos de salud, nuestras relaciones sociales…
Lo vivimos como causado por la falta de tiempo y de apoyos en la crianza del bebé.
Y en la mayor parte de los casos esta falta de tiempo y apoyo es una realidad.
Pero, más allá de ello, en muchas ocasiones este autoabandono ya existía y la maternidad solo lo exacerba.
El autoabandono es una negligencia en el propio cuidado y tiene sentido que se exacerbe en la maternidad cuando se tiene que cuidar y proteger a otra persona.
La negligencia en el propio cuidado está relacionado, en la mayor parte de los casos, con negligencia en los cuidados recibidos.
Así, tiene un componente relacionado con la ausencia de posibilidad de haber aprendido a cuidarse, a tratarse bien a una misma.
Esto se dispara en la maternidad porque se dirigen todos los recursos disponibles al cuidado de la criatura.
Así, los escasos recursos de autocuidados que se tenían, se redirigen hacia fuera, hacia la hija o el hijo.
Es más, en muchos casos, mujeres que aprendieron a autoabandonarse, también han aprendido a cuidar de sus hijas y sus hijos.
Por lo tanto, los cuidados se pueden aprender. Los autocuidados también.
Cuando percibimos autoabandono, es interesante revisar los cuidados recibidos desde una mirada adulta, quizás con ayuda.
El autoabandono se compensa con autocuidado. Ambas tendencias se aprenden.
El autocuidado puede aprenderse y es fundamental para tener bienestar emocional.
El autoabandono no es dejadez ni apatía, es una de las consecuencias de no haber podido aprender a través de los cuidados recibidos.
Mónica Serrano Muñoz
Psicóloga
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